Un buen trabajo del papel, más allá de su correcta elaboración, también se encuentra en las técnicas de manipulación que se le aplican a posteriori y que deben tener en cuenta una serie de factores para conseguir todo su esplendor. Si este “mimo” ya es necesario en papeles creativos de fibra virgen, debido a que el material está vivo y reacciona a los factores externos que entran en contacto (luz, humedad, temperatura…), aún es más imprescindible en papeles reciclados, que proceden de procesos anteriores y no cuentan con la misma pureza. A continuación, repasaremos las principales técnicas que se pueden aplicar en este soporte y los aspectos a valorar en la versión post-consumer waste.
Impresión
Si bien es cierto que la impresión a primera vista parece la técnica de manipulación del papel que menos dificultad deba tener, ya que estamos acostumbrados al uso de las impresoras en nuestro entorno, para diseño gráfico es indispensable tener en cuenta ciertos aspectos para un acabado profesional. Ya sabemos que puede ser digital, mediante tinta líquida (HP Indigo) o tóner seco, y muy recomendable para tiradas cortas; u offset, con tintas convencionales, tintas de oxidación rápida o UV, y especialmente rentable para tiradas largas. Pero, ¿qué hay que valorar en el uso de papeles creativos reciclados?
Para comenzar, la tinta no se comportará igual sobre fibras vírgenes que recicladas. El reprocesado de estas hebras de celulosa lo convierten en un material más poroso por culpa de la cornificación, de modo que se produce un efecto de esponja. Aunque, de hecho, la absorción ayuda al secado, este proceso ocurre tan rápido que lo que realmente sucede es el repintado de la superficie y, en consecuencia, si no se trabaja bien puede dar un mal resultado.
Por otro lado, no todo son complicaciones en el uso de este material, sino que hay otros aspectos que suman a una buena impresión. Si bien hemos dicho al inicio que el papel está vivo y reacciona a factores del entorno, el proceso de reciclaje consigue que el papel “se canse” y “se mueva menos”. Esto significa que gana estabilidad dimensional y, al tener una fibra más refinada, puede llegar a tener mayor opacidad que el papel nuevo.
Para garantizar la mayor calidad en las impresiones offset, expertos en esta técnica como Otzarreta Think and Make nos ayudan a los fabricantes a poder explicar a nuestros clientes cómo conseguir el mejor acabado. Entonces, ¿qué aconsejan hacer para evitar el efecto esponja?
Existen diversas opciones para resolverlo, por lo que trabajar un papel reciclado con impresión puede dar sin duda los mismos resultados que un material nuevo mientras apoya la sostenibilidad. La mejor solución consiste en usar polvos antimaculantes de grano medio fabricados a base de almidón. Esta sustancia nos ayudará a evitar ese repintado, y se usa especialmente para imprimir en estucados o papeles alisados.
Una segunda opción, si necesitamos aún más secado, es usar un producto secante que tenga una base de cobalto. Según los profesionales de Otzarreta, nos ayudará a secar la tinta desde dentro hacia fuera, y se suma al proceso que se produce por oxidación natural. Pero, si pese a estos pasos siguen existiendo problemas, se puede recurrir a tintas secantes, e incluso combinarlas con los productos que hemos mencionado hasta ahora.
Estampación
En el caso de esta técnica, que vimos cómo aplicar en papeles de fibra virgen, se trata de un método que permite la transferencia por calor de una película sobre un papel gracias al contacto de dos placas (la que contiene el grabado a estampar y otra que sirve de apoyo). Bien realizada consigue resultados muy atractivos visualmente, pero es necesario conocer el material a estampar para poder jugar con las variables que entran en juego.
El principal condicionante clave es la selección de la película correcta, tanto en los papeles de fibra virgen como reciclados, ya que en este caso no presentan prácticamente diferencias entre ambos casos. Hay que tener en cuenta las características del material (gramaje, gofrado, color, barnices superficiales…) para poder trabajar con la opción que mejor se adapte a ellas entre la oferta que existe en películas de calidad gráfica y de encuadernación.
Generalmente, en el caso de los papeles (reciclados o no) tintados en masa, junto al uso de una película de calidad gráfica, se aconseja realizar una primera estampación en blanco y una segunda en el color a conseguir en el grabado final. Así aseguramos que el tono del soporte no modifica el de la película que se aplica encima.
Otro factor a valorar es la cama, que debería ser blanda para los papeles reciclados de mayor gramaje, con mayor tiempo de aplicación y presión para asegurar la correcta transferencia. En cambio, en los grosores más finos, con una cama más dura no habría problema.
Serigrafía
La última de las técnicas que repasaremos a tener en cuenta en el trabajo con materiales reciclados es la serigrafía. Como pudimos ver en el post dedicado a este proceso, consiste en la transferencia de una tinta a cualquier material, mediante una pantalla que contiene el dibujo a obtener. Sobre esta plataforma se desliza una rasqueta, de forma que se distribuye la tinta por los huecos sin presión y se elimina el sobrante, para conseguir que únicamente las zonas del diseño final queden pintadas.
En este caso, los papeles reciclados son más difíciles de serigrafiar con secado en reservas UV que los materiales de fibras vírgenes, debido a su porosidad. Los barnices demasiado líquidos para este tipo de soporte se absorben por las fibras al aplicarlo, por lo que no brilla uniformemente en el resultado final. Por ello, hay que elegir barnices más densos que queden con mayor facilidad en la superficie y consigan así la uniformidad y el brillo óptimos.
A su vez, las tintas no deben ser tampoco demasiado densas, para que en el caso de los papeles gofrados llegue hasta los valles del material y no se queden en la cresta únicamente. De este modo, el equilibrio justo en su densidad y la posibilidad de una segunda pasada para garantizar un resultado más intenso serán las claves para trabajar a la perfección los papeles reciclados.