Acabados del papel: estética y tacto

El papel es un material versátil, aplicable en una amplia variedad de productos, como el packaging o los libros. Esta gran adaptabilidad se la otorga, entre otros factores, la gran capacidad de personalizar y aplicar acabados muy diferentes en su superficie. Cumplen con una gran función, ya que afectan a la estética y al tacto del producto, y también deben tenerse en cuenta en el proceso de producción.

En Guarro Casas somos expertos en papel de recubrimiento premium, y hemos desarrollado un amplio catálogo de acabados que podéis encontrar en nuestra ‘boutique’ online. A continuación, se describen algunos de los tipos de acabados del papel más comunes.

Acabados básicos del papel

Barnizado: Este tipo de acabado aporta resistencia superficial. Es decir, se protege la superficie del papel, el impreso o color que se le haya podido dar de abrasiones, rayadas o de que penetren ciertos líquidos como agua o aceites. El brillo que pueda tener puede ser ajustado, así podemos tener barnizados donde busquemos un alto brillo o por el contrario que no brille y sea mate.

Estucado: El material estucado es liso y suave, perfecto para impresión. Esta cualidad se la otorgan las cargas que se aplican sobre la superficie del papel para mejorar la impresión. Estas cargas, parecidas a un barniz blanco, tapan el poro haciendo que el estuco no absorba la tinta, de modo que las tintas quedan en superficie y los colores se ven mucho más brillantes y vivos. La particularidad de este acabado es que normalmente está calandrado, por eso tiene una superficie tan fina. El acabado estucado se utiliza en productos donde se le va a hacer una gran impresión como libros y revistas, así como cajas de perfume. Como el barniz, puede ser mate o brillante.

Mate: El diferencial de este acabado es que aporta un efecto sin brillo al papel. Se consigue con la aplicación de un compuesto mineral durante la fabricación, evitando todo tipo de reflejos. Al combinarse, por ejemplo, con un calandrado se alcanza un plus de suavidad. Este tipo de materiales son más sensibles, ya que se rayan con más facilidad que otros acabados.

Natural: El papel natural es el acabado normal del papel. Es aquel que no tiene nada en la superficie. Se trata de un papel poroso que absorbe tinta, por eso se suele relacionar con los papeles offset. Muchos papeles creativos y especiales tienen este acabado.

Marca de bayeta: son unas imperfecciones en la superficie del papel que le aportan una apariencia más natural. Estas marcas se le dan al papel de forma intrínseca durante el proceso de secado. Todos los papeles tienen en mayor o menor medida estas marcas, pero al pasarlos por la calandra pueden eliminarse. La marca de bayeta da personalidad al papel.

Calandrado: este acabado es el súper alisado de un papel al que se le quita cualquier tipo de textura. Se caracteriza por una suavidad tan alta que parece que el papel brille. Un calandrado permite una muy buena impresión, pero, además, su uniformidad lo hace ideal para estampaciones con película.

Otros acabados del papel

Además de los acabados más básicos y extendidos como los que hemos repasado hasta ahora, existen otras texturas o efectos que puede llevar un producto otro nivel de elegancia. Normalmente se aplican en objetos premium, pero también pueden lograr un carácter diferencial entre la amplia oferta del mercado. Por lo general, se consiguen mediante el uso de rodillos especiales (dandy rolls) en el proceso de fabricación, o gracias a la aplicación de capas superficiales sobre el papel que cambian su estética visual y táctil.

Hidrófugo: El papel hidrófugo cuenta con una superficie que repele el agua. Este acabado se consigue gracias a la aplicación de una barrera al agua durante la producción del material. Se suele usar en productos que pueden estar expuestos a la humedad o que pueden mojarse de forma habitual, como por ejemplo en las cartas de restaurantes.

Metalizado: Este tipo de acabado logra que el papel tenga un efecto metalizado, especialmente cuando la luz impacta sobre él. Esta técnica se consigue añadiendo minerales orgánicos o sintéticos, como la mica. Para conseguirlo se le aplica una capa de pintura que contiene mica para darle ese efecto metalizado. Así, al reaccionar con la luz el papel brilla, sobre todo, con la luz solar.

Piel: El papel con este aspecto imita la textura y la estética de la piel, tanto a la vista como al tacto. Para lograrlo lo más fácil es darle una capa de barniz aterciopelado para que simule el efecto piel. Otra técnica consiste en imitar la textura y el aspecto (color, ramificaciones) jugando con tintas a través de la estampación (overprinting). Se estampan motivos que recuerdan a la piel. Es una impresión industrial.

Soft: Pese a que se parece a otros de los acabados que se pueden aplicar en el papel y que preceden en este listado, en esta ocasión el material recuerda al tacto de la piel del melocotón, gracias a su superficie lisa y extremadamente suave. Este acabado se utiliza a menudo en productos de alta calidad y sirve para sustituir a los papeles laminados con este acabado.

Verjurado: En este caso, el papel muestra una textura sutil de líneas horizontales, visibles y palpables en toda la superficie. Este acabado se puede lograr con el uso de rodillos especiales (dandy rolls) con patrón que, durante el proceso de fabricación del papel, aportan este relieve peculiar. El verjurado se usa en muchas ocasiones para productos que deben destacar por su elegancia y estética diferencial, como por ejemplo sobres o papel manuscrito.

Marca de agua: este acabado utiliza la misma tecnología que el verjurado. Se usa un dandy roll con un patrón que al girar se va repitiendo en la hoja. Lo que hace es separar las fibras, de modo que, aunque a simple vista no se ve, con la luz se transparenta y se muestra el dibujo. Esta técnica se lleva a cabo con papel de carta, papeles de seguridad y papeles especiales de mucha calidad. Está en desuso.

Marca

Aplicación

Apto para

Material

Tipo de acabado

Gofrado

Tamaño

Color

Gramaje